A medida que se acerca el comienzo del nuevo año escolar, su hijo tiene dolor de estómago y de cabeza.
Tiene náuseas y tiene dificultad para sacar las palabras de su boca.
Su cuerpo está temblando y tiene insomnio.
Está débil y pálido.
Tiene pesadillas y está irritado.
Estas son algunas manifestaciones de la fobia escolar.
Por eso, como padres, debéis buscar consejos sencillos y efectivos para sacarlo de este desamparo emocional.
Lea este artículo que se le ofrece para ayudar a su hijo a superar su fobia.
Aprende su comportamiento
Indice
Antes de cualquier solución, intente anotar los períodos durante los cuales su hijo tiene miedo de ir a la escuela.
Sucede a veces que los niños están cansados de ir a la escuela donde a veces sacrifican lecciones en detrimento de otras actividades.
También suelen tener miedo de ir a clase por motivos personales.
Entonces, el seguimiento de sus acciones le permite saber la verdadera razón por la que tienen miedo de ir a la escuela.
En el caso de su hijo, siga sus actitudes justo después o antes de las vacaciones.
Si durante estos períodos notas que se siente bien y que ya no quiere volver a la escuela, llama a su establecimiento.
Pregúntele si tiene un examen que hacer o si tiene ejercicios que entregar, por ejemplo.
Aparte de eso, trata de averiguar si tuvo una pelea con alguno de sus compañeros de clase.
Revisa sus notas regularmente.
Si suele sacar malas notas, puede que sea un niño al que no le gusta estudiar.
También sería importante que estés atento a saber si se niega a ir a la escuela todo el tiempo o no para hacer los arreglos adecuados.
En definitiva, si es en periodos concretos (vacaciones, vacaciones, cambio de colegio, etc.) que tiene miedo de ir allí, en este caso entiende que simplemente le gusta jugar.
De lo contrario, si tiene miedo de ir a la escuela todos los días, sepa que sufre de fobia escolar.
Obviamente, necesitas hablar con él y trabajar en su mente.
Debes ayudarlo a mantener una mente sana, sin importar el año escolar.
Escúchalo con atención
Si descubre que su hijo está preocupado cada nuevo año escolar y le ruega que se quede en casa sin ir a la escuela, escúchelo.
Presta atención a todo lo que te diga y sé amable con él.
Tómese su situación en serio y siéntelo para comprender mejor sus quejas.
No seas duro con él ni lo interrumpas cuando te explique cómo se siente.
Es una buena solución para encontrar las palabras capaces de darle confianza y sacarlo del estrés.
De hecho, cuando termines de escucharlo atentamente, dile, por ejemplo: «hijo mío, te entiendo».
Esta frase lo tranquilizará.
Esto lo impulsará a confiar en ti.
En el fondo, pensará que compartes su dolor y estará menos estresado por ir a la escuela.
Como sabes, además de estar ansiosos por ir a la escuela, algunos niños también tienen miedo de la reacción que sus padres puedan tener hacia ellos.
Están ansiosos y no saben cómo acercarse a ti y cómo explicarte cómo se sienten.
Por eso es importante que les prestes un oído atento para que te confíen.
Dicho esto, no importa cuáles sean sus ocupaciones, siempre encuentre tiempo para hablar con su hijo.
Es fundamental ayudarlo a sentirse mejor consigo mismo.
Sea amable con él, pero no lo anime a quedarse en casa.
Incluso cuando te vuelvas impotente ante su dolor, acompáñalo a la escuela.
No permitas que se quede en casa.
Debe aprender a superar su miedo a riesgo de agravar totalmente la situación.
Ayúdalo a desarrollar su mente.
La fobia escolar es grave y tenaz, lo que impide que tu hijo viva en paz.
De hecho, para ayudarlo a deshacerse o superar esta ansiedad, debe jugar con su mente.
En otras palabras, encuentra juegos de mesa que despierten su intelecto y le den confianza.
Por ejemplo, intente hacer dibujos con él y comience sesiones durante las cuales inventará historias divertidas con él.
Encuentre soluciones que aborden el estrés con personajes ficticios.
Cuádruple juegas con él, desliza en tus conversaciones este tipo de frases: «cuando vayas mañana a la escuela, pon atención».
«Mañana es un día de escuela, espero que lo sepas».
De esta forma, aprenderá sutilmente a controlar sus miedos.
Pregúntele a menudo qué le gusta hacer y qué puede ayudarlo a vencer sus miedos.
Pruebe este ejercicio con él cada vez que sienta que está estresado.
Para mayor comodidad, intente esto con él al comienzo de cada nuevo año escolar.
También puedes guardar sus cosas escolares con él.
Ayúdalo el día anterior para que esté psicológicamente preparado para la escuela.
Ponga en su bolsa, el objeto al que está más apegado.
Una foto que le recuerde un acontecimiento feliz parece ideal para tranquilizarlo.
Si tiene un horario bastante libre, acompáñelo a la escuela.
Asegúrese de hacerle saber cuánto significa para usted y cuánto confía en él.
Dile regularmente: «hijo mío, ya ves, te amo con todo mi corazón».
Esta frase le hará sonreír y se sentirá bien consigo mismo.
También dile: “Pienso en ti todo el tiempo, pase lo que pase, pienso y siempre pensaré en ti. «.
Son atenciones que le ayudan a salir de su fobia.
Utilice los servicios de un terapeuta
Si a pesar de todos tus esfuerzos, notas que la fobia escolar persiste en tu hijo, acude con él a ver a un terapeuta.
Con su profesionalidad, este último podrá aplicarle una terapia que le ayudará a superar su sufrimiento emocional.
Dependiendo de lo que se identifique con él, es posible que pueda ofrecerle terapias cognitivo-conductuales para que se mejore.
Tranquilice a su hijo y pídale que confíe en su terapeuta para evitar el estrés.
Esta terapia conductual con un entrenador conductual realmente puede ayudarlo a enfrentar su miedo.
En resumen, esto es lo que puede hacer para ayudar a su hijo que tiene miedo de ir a la escuela.
Aparte de estas soluciones, practica con él ejercicios físicos, de relajación y de respiración.
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Pero también ayúdelo a mantenerse hidratado regularmente y trate de prestar atención a su dieta.
Debe comer de forma sana y equilibrada para tener ideas positivas en la cabeza.