4 consejos para identificar el estrés

4 consejos para identificar el estrés

El estrés es una reacción fisiológica que se desencadena cuando experimentamos una situación que genera peligro, ansiedad, miedo o dificultad significativa. Luego viene un secuencia de mecanismos biológicos cuyo objetivo es preparar el cuerpo para reaccionar ante el peligro. Entonces, el cuerpo opera una liberación de hormonas (cortisol, adrenalina), comportamientos de reacción (parálisis, vuelo, alerta) y activa ciertas áreas del cerebro (amígdala, hipocampo). En este artículo nos centramos en 4 consejos que te ayudarán a saber que estás bajo estrés, condición importante para evitar que empeore y se vuelva patológico.

Los signos del estrés

Cuando el estrés se manifiesta de forma significativa (en intensidad y en tiempo), puede provocar múltiples complicaciones: depresión, hipertensión, ansiedad, enfermedades cardiovasculares, etc. ¡Pero, por supuesto, es mucho mejor identificar el estrés antes de que ocurran estas complicaciones!

La dificultad es que el estrés se manifiesta de diferentes formas dependiendo de los rasgos de personalidad (dependiendo de si la persona generalmente está enojada o tranquila), o incluso dependiendo de sus experiencias pasadas y su experiencia de situaciones estresantes. Por lo tanto, la persona estresada puede volverse enojada, nerviosa, emocional, hiperactiva o, por el contrario, pasiva, retraída, deprimida e inactiva, lo que puede dificultar la distinción de los signos del estrés. Sin embargo, existen 4 dimensiones donde se manifiesta el estrés, y sobre las cuales debemos centrar nuestra atención:

La dimensión emocional

Picos de ira, nerviosismo e irritabilidad.

La irritabilidad es una consecuencia importante del estrés: cuando una persona vive en un estado de estrés y está psicológicamente tensa por sus preocupaciones, entonces es posible que cualquier evento de la vida diaria se viva como insoportable, lo que puede causar que una persona estresada sea sensible , irritable y enojado tan pronto como se hace una pregunta simple: «¿Cómo estás?» » » Tuviste un buen día ? «.

Voltaje constante

El estrés coloca a la persona en un estado de vigilia, tanto su cuerpo como su mente pueden sentir una constante tensión psicológica que impide cualquier descanso o situación de calma. Podrás identificar la presencia de estrés patológico si encuentras que la persona es incapaz de beneficiarse de situaciones que se suponen relajantes (salida al bosque, siesta, velada con amigos, etc.).

Depresión, estados de ansiedad y agitación

El estrés realmente puede hacer que una persona sea infeliz, generar pensamientos oscuros, ansiedad y pensamientos negativos y eventualmente conducir a estados de ansiedad y depresión. El efecto patológico del estrés puede explicarse en particular por las consecuencias que provoca en la vida diaria: la persona estresada al estar irritable y cansada, podría decidir retirarse de otras personas, aumentando así su aislamiento, pero la persona será menos productiva en el trabajo debido a la fatiga, con posibles consecuencias profesionales.

La dimensión cognitiva

Dificultad para concentrarse

La energía psicológica y física consumida por el estrés puede afectar su concentración y atención y, por lo tanto, afectar su trabajo. Lo notará por el aumento de la tasa de error, o por el hecho de que la persona parece tener más dificultad para llevar a cabo lo que en el pasado era una tarea sencilla.

Problema de memoria

La producción excesiva de ciertas hormonas relacionadas con el estrés (especialmente el cortisol) puede tener el efecto negativo de sobreactivar ciertas áreas del cerebro y, por lo tanto, una pérdida de la calidad de la memoria. Nuevamente, esté alerta si nota una diferencia en la intensidad y la duración.

Ideas negativas, pesimistas, derrotistas.

La incapacidad para tomar decisiones debido a las molestias constantes y el miedo al futuro, la pérdida de autoestima, el pesimismo y la negatividad son signos cognitivos que pueden indicar que se está instalando un estado de estrés.

La dimensión fisiológica

Desorden del sueño

Dado que el estrés es una función que te pone en alerta en caso de peligro, este puede tener el efecto secundario de afectar la calidad del sueño, pues el hecho de dormir presupone que todo es «suficientemente bueno» para permitirte bajar la guardia. Debido a que su cuerpo y mente están en alerta constante, a la persona le puede resultar difícil dejar de pensar en lo que la estresa, provocándole cavilaciones que le impedirán conciliar el sueño.

Aumento de la frecuencia cardíaca

El estrés puede actuar sobre su sistema nervioso simpático (parte del sistema nervioso que controla las funciones automáticas del cuerpo) y, por lo tanto, aumentar su frecuencia cardíaca, causar palpitaciones o incluso tensar sus músculos.

Agotamiento

El estrés conduce a un importante gasto de energía cerebral. La persona rumia, le resulta difícil descansar la mente incluso tarde en la noche, lo que conduce al agotamiento del cuerpo y la pérdida del sueño. Puedes notar esto si, a pesar de despertarte relativamente tarde (10 horas o más), todavía te sientes cansado, como si no hubieras podido aprovechar tus horas de sueño.

Dolores y enfermedades

El estrés excesivo puede modificar la expresión de genes presentes en nuestros glóbulos blancos, haciéndolos hiperactivos y potencialmente causando inflamación, la cual, si se infecta, afecta directamente la capacidad de su cuerpo para defenderse, así como también su capacidad de recuperación. El agotamiento del cuerpo y la energía inmunológica consumida por el estrés también lo hace más vulnerable a diversos dolores (dolores de cabeza, de estómago, etc.).

La dimensión conductual

Comportamientos nerviosos

El estrés genera una intensa tensión corporal y psíquica, generando conductas compensatorias encaminadas a aliviar la tensión. La persona estresada puede entonces morderse las uñas, morderse los labios o incluso arrancarse el pelo.

Trastornos de la alimentación

Los efectos del estrés en la alimentación son múltiples, puede empujarte a hacer tus necesidades comiendo y picando de todo, o por el contrario provocar dolores de estómago que te impidan tragar nada. Esté atento si nota un cambio en los hábitos alimentarios que esté marcado por su intensidad y/o su duración.

Consumo de productos adictivos

El consumo de productos adictivos puede dar la ilusión de alivio y convertirse (como los bocadillos) en la solución preferida para calmar los síntomas del estrés, ya que las causas del estrés suelen ser mucho más difíciles de comprender y tratar. Pero ten en cuenta que estas adicciones en realidad tienen el efecto contrario: te añaden una adicción, una nueva necesidad, de modo que acabas estresado tanto por lo que en un principio te estresaba, como por no poder fumar, etc.

En cuanto a los signos de estrés, puede encontrar aquí nuestros consejos para lidiar con el estrés.

En Psicología Llanos Senlle tenemos a tu disposición psicólogos especializados en el tratamiento del estrés, puedes consultarlos a un precio asequible aquí mismo.

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